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lunes, 3 de marzo de 2008

Sin Lugar para Los Débiles (2007)

Excelente película, impecable en todos los sentidos, y que a través de una cacería humana hace una reflexión sobre la violencia que se ha apoderado de la sociedad.

Título: Sin Lugar para Los Débiles (No Country for Old Men)
Año: 2007
País: Estados Unidos
Director: Joel y Ethan Cohen
Reparto: Josh Brolin, Javier Bardem, Tommy Lee Jones, Woody Harrelson

Llewelyn Moss (Brolin) está cazando en el desierto de Texas cuando descubre varios vehículos abandonados, cuerpos baleados y 2 millones de dólares. Moss decide quedarse con el dinero, sólo para verse perseguido por narcotraficantes mexicanos, Carson Wells (Harrelson) un agente de un poderoso cartel y Antón Chigurh (Bardem), un implacable asesino con una pistola para ganado y una peligrosa filosofía sobre la justicia. También en su busca encontramos al Sheriff Bell (Lee Jones), un policía que poco a poco se va convenciendo que no es rival para el nuevo tipo de mal que encarna Chigurh.

Los hermanos Cohen nos entregan una película un tanto más digerible y entretenida que varios de sus últimos esfuerzos, pero sin salirse de la línea que los caracteriza. Un guión bien redondeado, basado casi al dedillo en la novela de Cormac McCarthy, y que aún así se soporta principalmente por las actuaciones, lo cuál habla de un excelente trabajo de dirección, y da un equilibrio a toda la película.

No he leído la novela, pero tengo entendido que los Cohen se ajustaron tanto en ella, que incluso las escenas de acción están tomadas de las descripciones exactas de McCarthy, y que el último diálogo de la película corresponde a la última página del libro. Siendo así, la naturaleza del libro deberá conservarse en el filme.

Lo que sí es un hecho es que si los actores hubiesen sido otros, o su trabajo hubiese sido malo, la película sería muy aburrida o simplemente nada creíble. Es gracias a las caracterizaciones, a que los actores dan vida a sus personajes, que la película llega a atraparnos. Tanto Josh Brolin como Tommy Lee Jones están muy bien en sus respectivos papeles, como el fugitivo Moss y el sheriff Bell, pero quien atrae toda la atención desde el principio del filme es Javier Bardem como el asesino Antón Chigurh. El personaje es tan singular en sus principios y forma de desenvolverse, así como en sus métodos y capacidad, que resulta una amenaza latente, aún cuando no está en pantalla. Y ese es uno de los elementos mejor logrados del filme: Como audiencia sentimos la tensión que representa Chigurh aunque no esté presente.

En cuanto a la historia, he escuchado muchas quejas respecto al final. Es uno de esos finales donde quedan muchas cosas "aparentemente" abiertas, y queda en el espectador resolverlas. A mi me agradó, y creo que sólo puede molestar a quienes no les gusta pensar o no ponen atención a los detalles. Hay muchas pequeñas señales que explican más de lo que parece.

Como decía al principio, destaco el mensaje siempre explícito a través del sheriff Bell en contra de la violencia, o por lo menos, en lo sorprendente que resulta la naturalidad con la que los actos violentos se han ido apoderando de nuestra sociedad. Aunque la violencia es el centro de la acción, el mensaje es contra ella. Es a lo largo de la trama que entendemos el sentido del título de la película.

Creo que indudablemente merece todos los premios que ha ganado. En definitiva, si no es la mejor película, si es la mejor lograda del año. Al final me ha dejado un mejor sabor de boca que su más cercana contendiente Petróleo Sangriento. Mientras que esta última toca por momentos la genialidad, Sin Lugar para Los Débiles la supera en ritmo, trabajo de conjunto y en resultado final. No se la pierdan, pero eso sí, lleven el cerebro conectado.

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