Luz Silenciosa (2007)

Mañana 25 de Marzo de 2008 se entregan los Arieles a lo mejor del cine mexicano. Una de las favoritas para ser la gran ganadora es esta película, así que aprovecho para comentarla.

Título: Luz Silenciosa

Año: 2007

País: México

Director: Carlos Reygadas

El cine de Reygadas resulta muy controversial. Mientras hay quienes lo consideran genial, hay quienes lo consideran malo e insoportable. O lo amas o lo odias, pero no pasa desapercibido. Y eso es bueno para nuestro cine.

Luz Silenciosa nos muestra la vida de una familia menonita en el norte de México, cuando Johan, jefe de la familia, se enamora de una mujer que no es su esposa.

Filmada en el dialecto alemán propio de estas gentes, la anécdota es muy sencilla, y así lo es la narración y el ritmo de la película. Muchos aseguran que el cine es para contar historias, pero en realidad tuvo sus orígenes en la presentación de imágenes. Algo así como una fotografía o pintura en movimiento. Y eso es lo que yo veo en el trabajo de Reygadas.

Te podrá o no agradar, lo encontrarás aburrido o no, pero no podemos negar que Reygadas tiene muy buen ojo para las imágenes. Hay escenas, tomas , cuadros y enfoques de verdad hermosos. Toda la película es un cuadro en movimiento para disfrutar.

A lo mejor esta comparación es mala, pero es la que me viene a la mente: Luz Silenciosa por momentos se mueve como esas películas caseras en las que sólo el que la filmó sabe qué estaba viendo y porqué tardó tanto tiempo tomando eso en particular. Porqué filmó el camino, el espejo, la mesa durante minutos enteros. La diferencia radica que mientras nuestras películas si son insulsas y aburridas, en esta ocasión el que filma sabe lo que hace, por lo que le quedó bonito, bien, como a todos nos gustaría que nos quedaran nuestras películas.

Luz Silenciosa pretendía ser nominada al Oscar y al Goya representando a México. Lamentablemente los gringos no tienen la sensibilidad de los europeos y los asiáticos, y este año hubo otros trabajos interesantes y más comerciales. Ya veremos como le va en el Ariel.

Muy lenta y reflexiva, definitivamente no es para todos los gustos, o más bien hay que estar de humor para verla. Sin embargo, vale la pena, sobre todo para quienes gustan de la fotografía y la contemplación. Pasarán un rato agradable.