Buscar ...

jueves, 26 de julio de 2007

Ratatouille (2007)

A menos que los orientales vengan con una maravilla, que alguien le vaya poniendo el nombre de Brad Bird al Oscar a la Mejor Película Animada de 2007. Creo que hay pocas ocasiones en las que se puede usar el siguiente adjetivo en una película, así que no lo voy a desaprovechar: Deliciosa.


Título: Ratatouille
Año: 2007
País: Estados Unidos
Director: Brad Bird
Reparto: Peter O’Toole, Ian Holm, Lou Romano, Brian Dennehy, Janeane Garofalo

Ratatouille cuenta la historia de Remy, una rata de campo con un sentido del olfato más desarrollado de lo normal. Este don hace que Remy desprecie la basura y aprenda a cocinar. Un accidente lo llevará al lugar menos pensado: un restaurante en el corazón de París, donde conocerá a Linguini, y juntos intentarán hacer realidad su sueño de convertirse en chef.

Ratatouille tiene en su trama el punto más débil, ya que se trata de una historia un poco difícil de encontrar atractiva al principio, el mensaje principal se pierde un poco en el transcurso de la película, y algunos momentos sentimentales se sienten forzados, pero aún así es una historia sencilla y bonita. Hay un buen mensaje y está bien trabajada, es sólo que tiene algunos agujeros. Sin embargo, estos fallos los compensa con personajes agradables, escenas bien pensadas, pero sobre todo con mucho corazón y un clímax excelente.

Lo que si hay que admirar es que Ratatouille no le da la espalda a la realidad de su material, sino por el contrario la usa en su favor. Estamos hablando de ratas. Se trata de animales a los cuáles estamos acostumbrados a tener repulsión. Así que era demasiado fácil hacer una rata bonita, contar que todo mundo queda enamorado de ella porque sabe cocinar, y final feliz, ya que después de todo son dibujos animados. Bird no cayó en esa trampa, y dio el enfoque justo y adecuado a la historia para hacerla creíble, entretenida, divertida y conmovedora.

Hay momentos en los que los personajes dicen más con sus actitudes que con palabras. Al igual que Gromit (el famoso perro de plastilina), que es capaz de expresar muchas emociones sin decir palabra, los personajes de Ratatouille dicen mucho con sus miradas y gestos, lo cuál es un gran logro técnico del equipo de animación.

Además, no sólo la recreación de París es espectacular, el ambiente de la cocina y la comida extraordinariamente plasmados, y la animación más detallada que nunca, sino que los ángulos de cámara que se manejan nos llevan a ver nuestro mundo desde el punto de vista de un pequeño roedor. No sólo se trata de animar, sino de cuidar todos los detalles cinematográficos para lograr contar la historia, y eso le da muchísimo valor al filme.

Para variar el trabajo de voces es impecable, en particular el gran Peter O'toole como el crítico Anton Ego, quien le da un toque magistral al discurso final de la película. No la he visto en español, pero espero que el doblaje y la traducción le hagan justicia a tan extraordinario trabajo, tanto de O'toole como del mismo Bird como guionista.

Desde afuera Ratatouille no tiene el atractivo de las otras películas de Pixar, pero resulta una de las mejores. Quizá puedo decir que toca las mismas fibras que tocó en su momento Monster's Inc., aunque la historia no es tan original como aquella. Y sin duda alguna coloca a Brad Bird como uno de los mejores cineastas hoy en día, después de entregarnos joyas como El Gigante de Hierro y Los Increíbles.

En realidad me cuesta trabajo encontrar la manera de describir el estupendo sabor de boca que me dejó la película, hablando de temas culinarios, y esa sensación maravillosa de haber saboreado algo extraordinario.

Divertida, emotiva, conmovedora, Ratatouille tiene un poco de todo para todos los gustos. No sólo se trata de extraordinaria animación, se trata de buen cine. No se la pierdan por nada del mundo.

miércoles, 25 de julio de 2007

Transformers (2007)

Muchas películas de los ochentas fueron criticadas porque no tenían ningún contenido y sólo estaban enfocadas en el entretenimiento. Después, incluso las películas que debían ser entretenidas dejaron de serlo en un intento por ponerles "contenido". Se necesitaba un producto típico de los ochentas para volver a tener una película tonta, pero increíblemente entretenida.


Título: Transformers
Año: 2007
País: Estados Unidos
Director: Michael Bay
Reparto: LaBeouf, Megan Fox, Josh Duhamel, John Voight, John Turturro, Kevin Dunn

Transformers, basada en los juguetes de Hasbro y después en la serie animada de TV, sigue a un grupo de robots extraterrestres, quienes han perdido su planeta y ahora están buscando un cubo que contiene la energía necesaria para recuperarlo. Pero resulta que también hay robots malos que quieren hacerse con dicho cubo. Y da la casualidad que el mentado cubito está en la Tierra. Así que comienza la carrera para ver quién lo encuentra primero.

La trama de la película es casi inexistente. Tiene más agujeros que la superficie lunar o los carriles centrales de Periférico. No sólo la secuencia de eventos pierde lógica conforme avanza, sino que las misma secuencias de acción pierden coherencia. Aquellos dedicados a encontrar errores de concurrencia en las películas tendrán que trabajar tiempo extra con esta.

Pero ese es el principio de los Transformers en primer lugar. ¿Porqué querría un super-robot casi indestructible y cargado con montones de armas letales convertirse en volkswagen o en trailer?. Porque se ve cool. Así de sencillo. No tiene lógica. Y ese es el principio en el que se basa la película: no buscamos ser lógicos, sino cool.

Y en ese sentido, Bay y compañía han conseguido una película extraordinaria. Michael Bay ha encontrado por fin el producto donde su tendencia a exagerar las escenas de acción tiene sentido (La Isla y Bad Boys 2 no fueron adecuados). Transformers es acción. Las escenas de acción y los efectos especiales están muy, muy bien cuidados. Las transformaciones y peleas, aunque son demasiado rápidas y son pocos los momentos en los que nos damos cuenta de lo que realmente está pasando, están bien desarrolladas. Se nota que cada movimiento está bien delineado en la animación, y el resultado, aunque poco visible, resulta creíble y espectacular.

Especial atención hay que tener al hecho de que Bay trata de que casi en todas las escenas de pelea y destrucción entre los robots, estén presentes personas reales. Esta combinación de seres humanos reales y animación por computadora hace que los efectos se sientan menos falsos y más reales. Un toque muy inteligente.

La música ruidosa y rápida, los movimientos rápidos de cámara, la edición agresiva y veloz, las actitudes de héroe supermacho de los protagonistas, todo se suma para hacernos pasar un rato bastante agradable y emocionante.

Las actuaciones son malas, pero son lo de menos. Shia LaBeouf es agradable, y pareciera la versión joven de Ben Stiller (bueno y torpe), pero todavía le falta mucho por crecer como actor, y esto se nota en las escenas con su padre (Kevin Dunn) donde el veterano actor le da la vuelta con la mano en la cintura en todos los momentos cómicos. Megan Fox es un bombón, y nada más. Y lo actores de carácter, como Voight y Turturro, se divierten exagerando sus personajes, dando el mejor toque de actuación del filme, aunque en otro contexto calificaríamos su trabajo como mediocre.

Como decía, al final de cuentas se trata de hacer una película cool. Y eso es. Transformers es cool y muy entretenida, aunque se trate de un entretenimiento vacío. Es como ver la lucha libre. Mucha acción, entretenimiento, y después le cambias al canal.

viernes, 20 de julio de 2007

Harry Potter y la Orden del Fénix (2007)

Para poder adaptar al cine el libro más flojo y más largo de la saga de Harry Potter se necesitaba tomar riesgos, y el director Peter Yates los tomó. El resultado es una película con muchos defectos, pero esencialmente buena y entretenida.

Habrá quienes la adorarán, porque quita mucho de la paja del libro y hace la historia más ágil, sobre todo en la segunda mitad; y habrá a quienes no les gustará, porque cambia muchas cosas del material original y deja muchas más fuera.


Título: Harry Potter y la Orden del Fénix (Harry Potter and the Order of the Phoenix)
Año: 2007
País: Gran Bretaña
Director: David Yates
Reparto: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Emma Watson, Imelda Staunton, Michael Gambon, Ralph Fiennes, Gary Oldman

En su quinto año en la escuela de magia, Harry Potter tiene que afrontar el rechazo de muchos de sus compañeros, quienes creen en la campaña del Ministerio de Magia para desmentir el retorno de Lord Voldemort, ya que Harry es la única persona que asegura haberlo visto. Dumbledore cree absolutamente en este hecho y vuelve a reunir a una sociedad de magos, la Orden del Fénix, quienes alguna vez se opusieron a las fuerzas oscuras de Voldemort.

En otro foro había yo comentado que Harry Potter y la Orden del Fénix es el libro más flojo de todos. Su historia alternativa (la de la Orden del título) es la que tiene menos sentido que las anteriores, tiene mucha paja, por momentos es aburrido, y en general se siente únicamente como un capítulo de relleno antes de llegar al final de la historia de Potter. Siendo ese el caso, no es de extrañar que sea muy difícil obtener una película extraordinaria de un material que no lo es.

He leído a muchos críticos que dicen que la "magia" de Harry Potter ha desaparecido de sus películas, pero hay que tener en cuenta que a estas alturas de la serie, también ese encanto infantil de los primeros tomos ha desaparecido. Todo aquello de comparar el mundo de los muggles con los humanos, sus diferencias y parecidos, ha pasado a segundo plano, siguen existiendo, y es por eso que el libro es tan extenso, pero la historia de Voldemort y su enfrentamiento con Harry son ahora el tema importante.

Y en ese sentido, el trabajo de David Yates y el nuevo guionista Michael Goldenberg es bueno, ya que es, quizá, el primer esfuerzo de hacer una verdadera adaptación de las aventuras de Potter al lenguaje cinematográfico, y no únicamente seguir todos los lineamientos de los libros (como lo hiciera Columbus con las dos primeras películas). Los cambios a la trama, pero sobre todo las escenas y diálogos agregados y que no vienen en el libro, mantienen el espíritu de este intacto, y nos ayudan a tener una experiencia cinematográfica más agradable.

Es cierto que son muchas las cosas que se omiten, y son muchas las que se tocan a la ligera, pero lo básico para seguir con la historia está ahí: las breves apariciones de los personajes secundarios, pero que eventualmente volverán a tener un papel importante en las próximas películas, y las sub-tramas personales de cada personaje (la relación entre Hermione y Ron, el pasado de Snape, las miradas de Ginny a Cho, los exámenes OWLS, Kreacher, etc.). Afortunadamente mi escena favorita del libro, en la que intervienen los Gemelos Weasley, aparece en la película. Muy modificada y no tan padre, pero aparece. Para muchos fans será una gran pérdida que muchos pasajes o sub-tramas no aparezcan o se les minimice, pero para quienes no han leído los libros no será más que la sensación de que muchas cosas no están del todo explicadas.

Y en este punto quisiera mencionar que bien pudieron haberle puesto unos 20 0 30 minutos más a la película. Esta es la más corta de las 5, y la que tenía más que contar. Hay muchas cosas que, si no eres experto en Potter, pasan de largo y sin explicación. Por ejemplo, Ginny aparece como parte del ejército de Dumbledore e interviene en el final de la película, porque así está en el libro, pero jamás se menciona ni siquiera su nombre en la trama. Para quienes no saben o recuerdan será muy raro verla ahí sin saber quién es. Nunca nos explican bien porqué era importante para Voldemort tener la profecía. Y así otros detalles que sería muy largo platicar en este espacio.

Esto me lleva a mencionar que, a diferencia de los primeros capítulos, que bien pueden verse por separado, Harry Potter y la Orden del Fénix exige haber visto las películas anteriores para entenderle, en particular la cuarta. Los no iniciados quedarán perdidos (aunque lo mismo sucede con el libro).

También hay que mencionar que los primeros minutos de película son muy lentos, y que son compensados con un cierre espectacular y emocionante. Esto ayuda a que nos olvidemos de que al principio nos estábamos aburriendo.

Las actuaciones son sobresalientes. En particular Radcliffe (Harry) y Grint (Ron) se han vuelto mejores actores. El personaje de Emma Watson (Hermione) no tiene la suficiente fuerza como para permitirle lucirse más, como lo hiciera en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. La inclusión de Staunton (Dolores Umbridge) en el reparto fue brillante, ya que hace uno de los mejores villanos que haya tenido la saga. Gambon (Dumbledore), Oldman (Sirius) y Fiennes (Voldemort) son una garantía aunque salgan muy poco. Y ni que decir de Alan Rickman (Snape), quien roba cámara los pocos segundos que sale en pantalla y nos muestra sus extraordinarias dotes actorales. Me muero de ganas de verlo en la siguiente película. Mención especial merece David Bradley (Argus Filch, el cuidador de Hogwarts) quien tiene los momentos más cómicos de la película. Todos los demás sólo aparecen de relleno, pero es un gusto verlos en pantalla.

La música también resulta sobresaliente. En lugar de girar una y otra vez alrededor de los temas que John Williams creó para Harry Potter y la Piedra Filosofal, Nicholas Hooper crea nueva música, mucho más acorde con un Harry Potter mucho mayor, una historia más oscura y un universo donde el peligro acecha. Los temas ya familiares siguen ahí, pero han sido adaptados a esta nueva situación. Y esto ayuda a darle el tono adecuado al filme. Por fin sentimos que de verdad Voldemort es una amenaza, y que nuestros héroes corren peligro.

Algunos colocan a Harry Potter y la Orden del Fénix como la mejor de la saga. En lo personal creo que El Prisionero de Azkaban, de Alfonso Cuarón, sigue siendo la mejor. No sólo porque es entretenida, sino porque también es fiel al material original (y, hay que decirlo, se basa en el mejor de los libros). Sin embargo no cabe duda que la Orden del Fénix supo sacar lo mejor de un libro regular y hacer una buena película, y eso es admirable.

En definitiva, una excelente adaptación, que ayuda a que el interés y la fuerza de la saga de Potter no decaiga, y que todos quedemos expectantes para recibir el siguiente capítulo. Si son muy puritanos con las adaptaciones literarias al cine o adoraron el libro, véanla sólo si pueden mantener la mente abierta … para todos los demás, no se la pierdan.

lunes, 9 de julio de 2007

Duro de Matar 4.0 (2007)

El policía John McClane está de regreso, y en qué forma. Reviviendo lo mejor de las películas de acción de los ochentas y sin abusar del CGI, esta película resulta ser lo que se esperaba: pura diversión.


Título: Duro de Matar 4.0 (Live Free or Die Hard)
Año: 2007
País: Estados Unidos
Director: Len Wiseman
Reparto: Bruce Willis, Timothy Olyphant, Justin Long, Maggie Q, Cliff Curtis, Kevin Smith

En esta ocasión, McClane, ya convertido en detective, tiene que llevar a un jovén hacker a Washington para un interrogatorio. Pero sucede que el chico está involucrado en un plan para controlar todos los sistemas de los Estados Unidos y efectuar un gran robo. Aquellos que lo usaron buscan eliminarlo, pero no contaban con la presencia del policía.

Efectivamente, el guión no es la gran cosa, pero tiene la suficiente complejidad y giros de tuerca para mantener la atención y tensión durante dos horas. No todos los chistes son tan buenos, y la química entre Willis y Long no es tan efectiva como se esperaba, pero entretienen. Sí, Bruce Willis aguanta candela toda la película, y sigue y sigue a pesar de golpes, moretones, balazos y costillas rotas. Sí, hay mucha exageración en las escenas de acción, y las casualidades llegan al absurdo, en particular al final de la película.

Pero ... eso era de esperarse en una película de Duro de Matar. En eso ha basado su éxito la franquicia y el personaje, y en particular es el tipo que le va a Willis, que no es un gran actor.

La película nunca se toma más en serio de lo que es, tiene todo lo que se esperaba de ella, y las escenas de acción están bastante bien hechas y entretenidas. Es bueno volver a ver escenas de acción espectaculares que no dependen 100% de efectos por computadora, sino de dobles de acción y efectos técnicos. Algunas son más exageradas de lo que deberían, pero por lo menos están bien cuidadas (nada que ver con la explosión del helicóptero en El Transportador 2, por ejemplo).

Salvo la técnica, no hay mucho más que buscarle a este tipo de películas. Todos los personajes cumplen, en particular el joven Long y la actuación especial del director/actor Kevin Smith. Pero todo el show es de Willis.

Si no les gustan éstas películas de tipos indestructibles, tramas complejas pero con muchos hoyos, o en general no soportan a Bruce Willis, absténganse. Si, por el contrario, son fans de la saga, Duro de Matar 4.0 no sólo los dejará satisfechos, sino pidiéndo más.

miércoles, 4 de julio de 2007

Ahora Son Trece (2007)

Mientras que el verano hollywoodense nos prometía tremendas películas, parece ser que la diversión estará en los proyectos "menores". Ahora Son Trece (tercera parte de La Gran Estafa y La Nueva Gran Estafa, osease Ocean's 13) resulta una película nada complicada, que nunca pretende ser lo que no es y que resulta muy entretenida.


Título: Ahora Son Trece (Ocean's Thirteen)
Año: 2007
País: Estados Unidos
Director: Steven Soderbergh
Reparto: George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Elliott Gould, Bernie Mac, Al Pacino, Andy García, Ellen Barkin, Don Cheadle, Casey Affleck, Eddie Jemison, Scott Caan, Shaobo Qin, Carl Reiner

En esta ocasión, Danny Ocean (George Clooney) y Rusty (Brad Pitt) vuelven a reunir al grupo de estafadores de las dos anteriores porque uno de ellos, Reuben (Elliot Gould), ha perdido todo su dinero engañado por Willy Bank (Al Pacino), un codicioso dueño de casinos alrededor del mundo. Bank está construyendo el que pretende ser el mejor casino de Las Vegas. Ocean y su grupo idearán un plan para vengarse y estropear sus planes.

Definitivamente la trama no es tan intrincada como las anteriores dos, ni tan inteligente, pero si lo suficientemente buena para mantener el interés, siguiendo los principios básicos de este tipo de películas. El principio es flojo, porque se están estableciendo los pormenores de la estafa y los porqués. Una vez encarrerados y cuando ya sabemos cuál es el plan principal, todo corre de maravilla. Buenos chistes, buenas vueltas de tuerca, y divertidas referencias a las películas anteriores y la idiosincrasia de cada personaje o actor (por ejemplo, que todos entienden lo que dice el chino, o que a Linus su papá lo está criticando todo el tiempo).

Al igual que las dos primeras partes, mucho del entretenimiento surge del carisma de sus protagonistas y la química entre ellos. Se nota que se divierten mucho haciendo éstas películas, y eso se refleja en pantalla, invitándonos a disfrutar también. No importa si Brad Pitt tiene menos tiempo de pantalla, o si Matt Damon tiene más, lo importante es ver nuevamente a todos los personajes juntos. No podemos juzgar el trabajo actoral, aunque Al Pacino y Ellen Barkin, las nuevas caras de la película, hacen un excelente trabajo. También es un gusto ver nuevamente a Andy García como el villano Terry Benedict.

En fin, no hay mucho que criticar de este tipo de películas, salvo que cumplen con su cometido. Si gustan de las películas de estafas, y disfrutaron de las primeras dos partes, no se pierdan Ahora Son Trece. Menos compleja, pero igual de divertida.