Satanás (2008)

Buen filme colombiano, con un guión un tanto flojo y morbo en exceso, pero con una excelente actuación del mexicano Damián Alcázar.

Título: Satanás

Año: 2008

País: Colombia

Director: Andrés Baiz

Reparto: Damián Alcázar, Marcela Mar, Blas Jaramillo, Patricia Castañeda

Satanás está basada en el libro de Mario Mendoza, que cuenta varias historias que se van entrelazando hasta culminar en los eventos de la vida real conocidos como la Masacre de Pozzetto, los cuáles ocurrieron en Bogotá Colombia en 1986.

Los niveles de producción son muy buenos, así como el cuidado en los detalles y movimientos de cámara, lo que nos da la sensación de una buena película y no un producto improvisado o mal hecho, típico del cine latinoamericano de hace unos años.

El principal problema de Satanás es que narra tres historias, pero sólo una tiene sentido. Vemos la historia de Eliseo, el ex-soldado que vive con su madre, la del padre Ernesto y sus tentaciones, y la de Paola y su "nuevo trabajo". De estas tres sólo la de Eliseo tiene fundamento. Las otras dos son interesantes, pero no llevan a ningún lado y sólo sirven para escandalizar sin motivo. La lujuria, el crimen, la violación, el asesinato, y demás eventos violentos y sensacionalistas se suceden uno tras otro en estas historias, todo para que al final el hilo que las comunica con la historia principal sea muy débil, y nos quede la sensación de un truco provocador para causar morbo y mantenernos entretenidos antes del final.

Al director se le olvidó que cada historia tiene que tener su porqué, o su moraleja, o un principio y fin lógicos. De lo contrario, nos sentimos engañados. Quizá la historia del padre resulta trascendente al final, pero de manera muy casual.

El trabajo actoral es muy bueno, sobre todo la caracterización de Damián Alcázar, que no sólo hace un buen papel, sino que deja atrás su acento mexicano para adoptar el colombiano (ignoro si lo hace bien, ya que quienes pueden juzgar son los colombianos). El resto del elenco está muy bien, sobre todo los protagonistas Marcela Mar y Blas Jaramillo.

Satanás resulta después de todo buena película, pero deja un pequeño mal sabor de boca por lo triste del desenlace, pero sobre todo, por el recurso barato de escenas y temas morbosos y por las historias que al final resultaron más relleno que sustancia.